Dormir bien como propósito de Año Nuevo

Empezar una dieta, hacer más ejercicio, aprender un idioma, viajar más… son ejemplos de propósitos que nos hacemos todos los años, y los llevamos a fin con mayor o menor éxito, dependiendo de la voluntad que pongamos en ello. Adquirir nuevos conocimientos, o cuidar de nuestra salud, suelen estar en los primeros puestos en el ranking de deseos, y empezar a dormir bien es quizás el tercer eslabón que se nos escapa, si tenemos en cuenta que, una alimentación saludable, y practicar ejercicio regularmente, no sirven de mucho si por la noche no dormimos de una forma reparadora.

Dormir bien tiene la función de reparar nuestro ADN mientras dormimos, según un estudio realizado recientemente, pero además de esto, mejora el sistema inmunitario, nos descarga del estrés, mejora nuestro humor, estamos más receptivos a relacionarnos con los demás, nos hace mejores comunicadores, y por si fuera poco, mejora nuestra apariencia con un aspecto más saludable y bello.

Qué hacer para dormir mejor

1.       Cuida tu alimentación; evita hacer comidas pesadas, y cena dos horas antes de irte a dormir. Evita tomar alcohol y cafeína a últimas horas del día, ya que pueden desvelarte y hacer que no duermas el tiempo aconsejado.

2.       Haz ejercicio moderado; ejercitarse durante el día, preferiblemente al aire libre, hará que nuestro sistema se libere de las tensiones acumuladas y estemos más cansados a la hora de dormir.

3.       Deja el móvil o cualquier pantalla unas dos horas antes de dormir. La estimulación que produce ver contenido en pantallas de luz blanca puede confundir al cerebro activándonos en vez de necesitar descansar.

4.       Sigue las rutinas del sueño: levántate y acuéstate siempre a la misma hora, tu ciclo circadiano lo agradecerá. Los ritmos biológicos que determinan nuestro sueño vienen dados por los ciclos circadianos presentes en todos los seres vivos condicionados por la luz y la oscuridad. Si acostumbramos a nuestro cuerpo a seguir unas rutinas, nos será más fácil completar las horas de sueño que necesitamos para sentirnos bien.

5.       Duerme sobre un colchón que se adapte a tus necesidades. Invertir en un colchón de calidad es la mejor inversión que podemos hacer si tenemos en cuenta que pasamos un tercio del día durmiendo. Un buen colchón es la base sobre la que dormimos para reparar los agravios que acumulamos durante el día. En el colchón recuperamos las fuerzas perdidas y nuestro sistema interno se repone para comenzar con fuerza otra jornada. Tener en cuenta la importancia de dormir bien nos facilita llevar una vida más saludable.

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